.En los modelos expuestos anteriormente sobre esquemas de incentivos para la disponibilidad y calidad del servicio de transmisión en Colombia y en España, se observaron muchas similitudes en la forma como se implementan las normativas establecidas, al respecto de este tema.



Las principales discrepancias que se observaron entre estos dos modelos fueron realmente pocas, comparadas con las similitudes. Lo que se tratará en primera instancia en este análisis son las semejanzas  que se presentan en estas dos formas de incentivar el buen servicio de transporte de energía eléctrica, las cuales se condensan a continuación:

• En ambos casos, la evaluación de la calidad de las instalaciones de transmisión se lleva a cabo mediante el estudio de aspectos como la continuidad del suministro, indisponibilidad de las líneas, cantidad de energía que se deja de suministrar en una desconexión y por los activos que se dejan fuera de operación.

• Cada empresa transportista tiene el deber de llevar un registro de todos los eventos que se presenten en sus líneas y mantener informado de ello, dentro de los plazos establecidos, a la organización competente (CNE en España, CREG en Colombia), definiendo claramente, en caso de haber indisponibilidades, si esta fue programa o si fue imprevista y las respectivas causas que llevaron a ello, además de las maniobras que se usaron para poder restablecer el flujo.

• Con esta información, la organización competente verifica que efectivamente sea la correcta, y calcula los índices de indisponibilidad a través de los cuales se determina si un propietario cumplió o no con los estándares establecidos.

• Se exige a todos los operadores que mantengan sus líneas en adecuadas condiciones técnicas.

• Existen ciertas condiciones muy bien detalladas en las normas de cada país, que de cumplirse permiten considerar a la interrupción en cuestión de manera especial y no incluirla en el cálculo de la compensación que se deberá pagar al usuario perjudicado por la falta de electricidad; como por ejemplo las que se deben a trabajos de mantenimiento, desastres naturales o zonas de alto riesgo de falla.

• En los dos países la idea central del esquema es castigar la remuneración del transportista por la prestación de su servicio, con el objetivo de usar esa disminución en sus ingresos para pagárselos al consumidor en forma de descuentos en sus respectivas facturas.

• El incentivo que se usa, en pocas palabras, como se mencionó anteriormente, es hacer que los ingresos de las empresas dependan fuertemente de la calidad del servicio que prestan.

• La forma de materializar lo anterior, es incluyendo los índices de calidad dentro de las ecuaciones usadas para calcular el ingreso anual de los propietarios de las líneas. En este sentido, cabe señalar, el concepto que se tiene es el mismo, pero la forma que tienen ambos países para definir esta cantidad es distinta.

• Se manejan ciertos límites con respecto a la cantidad de dinero o al porcentaje que se puede quitar de los ingresos para ser usado como compensación.





Por otra parte, las diferencias que se observan son las siguientes:

• En el modelo Español, se usa también un modelo de multas que se le imputarán a aquel operador que incurra en determinadas infracciones definidas por la legislación, y que guardan relación con el incumplimiento a los índices de indisponibilidad.

• Estas infracciones van desde los seis millones de euros (6.000.000€) hasta los treinta millones de euros (30.000.000€), y se basan principalmente en el incumplimiento frecuente de los índices de calidad, la no realización de planes de mejoras, no mantener en buen estado las instalaciones, incurrir en frecuentes ocasiones en el incumplimiento de los descuentos respectivos a los usuarios, etc.

​

En el caso Chileno, no se puede hablar de un esquema de incentivos como tal. Lo que se usa en la actualidad para buscar calidad en las líneas del sistema de transmisión troncal, se puede decir, no se debería comparar con el panorama que se tiene en el sistema colombiano o en el español. La norma técnica de seguridad y calidad de suministro explica algunos límites que se deben respetar con respecto a la frecuencia con que se producen interrupciones y al tiempo total anual que se encontró indisponible para transportar energía. También define las características técnicas que deben cumplir las instalaciones para poder prestar un buen servicio, pero no se especifican las consecuencias del incumplimiento de estas. El único punto que se podría considerar como un incentivo es un término encontrado en la Regulación del Segmento de Transmisión en Chile, el cual es la “holgura”. Esto se refiere a la capacidad adicional o de reserva que tiene una instalación en términos de la capacidad de transporte de sus conductores. Se explica que la holgura de un sistema de transmisión debe ser remunerada porque permitirá que la creciente demanda pueda pasar su energía a través de dichas líneas, pero a medida que el suministro crece, la holgura disminuye y por ende los ingresos del operador también. De igual forma, la capacidad de las líneas se encuentra regulada de acuerdo a los planes de expansión del sistema por lo cual nadie puede aprovecharse de la instalación de grandes conductores para cobrar grandes sumas de dinero. Sin embargo, por esto los empresarios tienen un aliciente para cumplir a cabalidad con estos planes exigidos, pues si lo hacen aumentarán su holgura nuevamente y su remuneración, a causa de esto, volverá a crecer.





​